martes, 8 de noviembre de 2011

LA CARIES RAMPANTE O ENFERMEDAD DEL BIBERON

LA CARIES RAMPANTE O ENFERMEDAD DEL BIBERON
Se le conoce así al tipo de caries de avance rápido y destructivo.
La caries de biberón (conocida también como: Caries del lactante, Síndrome del biberón nocturno).
La característica es la presencia de caries a nivel de los incisivos superiores en niños en edad de lactancia, es considerada una caries rampante por tener un avance rápido, esto gracias a las condiciones y al medio en que se reproduce esta enfermedad.
Dar el biberón a los niños para que duerman es una práctica común que puede desencadenar severos problemas de salud, como la caries rampante.
La cual es capaz de destruir parcial o totalmente la dentadura de leche hasta en dos semanas.
La caries rampante constituye entre un 60 y un 70 por ciento de los motivos de consulta.
Hacer dormir a los niños con el biberón en la boca puede ser un recurso eficaz para los padres, pero dañino para los menores.
La leche que se queda en su boca toda la noche se fermenta, lo que es aprovechado por las bacterias para atacar los dientes.
Cuando esta caries no es atendida origina la paulatina pérdida de las piezas dentales, condiciona a los menores a contraer infecciones de garganta recurrentes y a presentar abscesos en encías.
Trastoca su capacidad digestiva y ocasiona problemas gastrointestinales.
Asimismo, al mantener residuos de bacteria en raíces de dientes de leche, produce la desviación de los brotes dentales definitivos.



Problemas que ocasiona al niño
·         La pérdida de estos dientes, aunque son primarios o también llamados de leche y deben ser sustituidos por los definitivos, ocasiona al niño múltiples problemas como:
·         Dificultad para masticar y hablar,
·         Alteración de la estética
·         Pérdida del espacio adecuado para la erupción de los dientes permanentes con las consiguientes malposiciones dentarias de los mismos,
·         Alteración del germen dentario de los dientes definitivos que está debajo de los primarios,
·         Instauración de malos hábitos como la interposición lingual o labial, infecciones, etc.
·         Cuanto más afecta a la estructura del diente y cuanto más sea el número de dientes afectados más caro y complicado es su tratamiento.
Por ello lo ideal es la prevención.
¿Qué podemos hacer para prevenir esta caries?
·         No dar al niño chupetes mojados en azúcar, jarabes, infusiones, u otras sustancias dulces.
·         No dejar nunca que el bebé duerma con el biberón en la boca lleno de líquidos como leche, zumos, manzanilla, etc.
·         Después de las comidas limpiar con cuidado las encías y dientes del bebé con una gasita o paño húmedo.
·         Cuando el niño sea más mayorcito los padres deben cepillarle los dientes sin pasta dentífrica y usando un cepillo dental para niños.
·         A partir de los 4 ó 5 años los padres deben dirigir y supervisar el cepillado, que se hará igualmente sin pasta de dientes.
·         A partir de los 6 años el niño tiene la suficiente coordinación neuromuscular para poder realizar él mismo el cepillado por lo que se puede usar pasta dental.
·         Acostumbrar al niño a beber en vaso a partir de los 8 meses de edad.

El tratamiento de la caries rampante consiste en una pulpotomía (extracción de parte del nervio ubicado dentro de la pieza dental, denominado cámara pulpar).
Para evitar infecciones agregadas, limpiar los dientes y colocar coronas de acero-cromo que protegerán las piezas.
Cuando las piezas están muy dañadas se extraen y se instalan placas dentales para cubrir la función de morder o masticar, al tiempo que se mantiene el espacio y se evita desviar otras piezas.


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