viernes, 6 de enero de 2012

LA ODONTOLOGÍA EN LA TERCERA EDAD

ODONTOLOGIA EN LA TERCERA EDAD

Este segmento de la población, además, se verá afectado por la aparición y desarrollo de algunas patologías cardiovasculares, genitourinarias y músculo-esqueléticas, entre otras, siendo estos los campos a los que mayor atención se les ponen durante la época de la vejez, basándose sólo en estudios con el fin de mejorar y ayudar al buen funcionamiento de estos aspectos de los pacientes mayores.
Eso trae como consecuencia que se deje a un lado el sistema estomatognático, el cual tiene una relación estrecha con la fonación, el habla, la masticación y la deglución, lo cual compone el paso del alimento de la boca al estómago.
Una parte fundamental de este sistema, y básicamente porque de ahí comienza todo el proceso, es la estructura bucodental que se ubica en la cavidad oral, los dientes.
Por esta razón la odontología geriátrica en muchas ocasiones no realiza un trabajo individual sino que por el contrario debe contar con otros especialistas para trabajar de manera adecuada con el paciente, logrando darle una mejor salud.
La odontología geriátrica trabaja sobre los cuidados realizados por el paciente y por los otros odontólogos en los años previos del paciente, lo cual refleja una dejadez en la mayoría de los pacientes en lo que respecta a su salud bucal.
Esto deja resultados con porcentajes elevados en los que se muestra una gran parte de la población con una amplia pérdida de las piezas dentales, y con un porcentaje importante aunque no tan elevado que presentan pérdida total de la dentadura; el poco higiene que se presenta en la población con respecto a la salud bucal es tan grande que en la mayoría de los casos los que no presentan pérdidas de las piezas dentales presentan alguna enfermedad periodontal, como la posible infección de la encía que conlleva a una posible muerte del diente, lo que traerá como consecuencia la pérdida de este.
Las enfermedades más comunes están relacionadas con traumatismos, patologías tumorales, y sobre todo enfermedades infecciosas como caries y enfermedades periodontal.

Los especialistas en odontología geriátrica aclaran que cuando se presenta la pérdida de alguna de las piezas dentarias no se debe a cambios estructurados de la edad, sino que por el contrario se debe a malos cuidados a través de la vida.
El impacto que se presenta en estos en el ámbito estético es de menor cuantía si se compara con el desequilibrio que produce en la vida y en la salud la ausencia de las piezas dentales, lo cual hace que se evidencie una pérdida en la distribución de la fuerza de masticación, afectando a los dientes presentes debido al exceso de esfuerzo que estos deben realizar.
La pérdida de dientes es lo que marca la forma facial de la mayoría de los ancianos, sobre todo en aquellos que tienen como soporte la musculatura facial.
Esta realidad, de falta de higiene presente en la población, es lo que hace que el uso de las prótesis dentales sea cada vez más común.
Uno de los problemas más tratados por la odontología geriátrica es el engrosamiento y la retracción de las encías, que es uno de los casos más comunes.
Cuando esto ocurre se produce una mayor exposición del diente lo cual se evidencia en una mayor aparición, durante este momento, de caries radiculares que se pueden observar como las cavidades que se crean entre los límites que existen entre diente y diente y al borde de la encía.
Otro de los temas que se trata con frecuencia es la afección de la articulación témporo-mandibular, elemento que ayuda en todos los movimientos de la mandíbula.
Cuando en ella se presenta un desgaste en la zona del disco del cartílago debido al producto principal de la artritis, trae como consecuencia una limitación en el movimiento sano y normal.
Entre los cambios funcionales, el principal es la pérdida de saliva pues esta disminuye su calidad debido a las proteínas que la componen, lo cual afectará directamente a la formación de caries.


LA SINUSITIS Y SUS IMPLICACIONES DENTALES

LA SINUSITIS Y SUS IMPLICANCIAS DENTALES
El seno maxilar o antro de Highmore comienza a desarrollarse a las doce semanas de vida intrauterina.
Al nacimiento, el maxilar superior está ocupado por los gérmenes dentarios y a los cuatro o cinco meses ya es visible radiográficamente.
En gran parte este crecimiento se debe a la neumatización de los al-veolos maxilares una vez que erupcionan los dientes permanentes.
El crecimiento hacia abajo del seno maxilar deja al orificio de drenaje en una posición más alta que el suelo del seno, lo que es desfavorable para el drenaje gravitacional del mismo.
La relación de los dientes maxilares superiores con el seno varía de acuerdo con el tamaño del seno y con el grado de neumatización del proceso alveolar, así como con la edad y el estado de preservación de la dentición.
Las raíces del primer y segundo molar son las que más comúnmente se encuentran en proximidad con el seno maxilar, seguido de las raíces de los premolares.
Normalmente las raíces se separan del seno por una capa ósea de espesor variable, pero en ocasiones pueden estar separadas únicamente por la mucosa
De este modo es fácil entender que la infección periapical o la infección periodontal de los molares superiores pueden extenderse y afectar al seno maxilar.
El seno maxilar se encuentra revestido por una mucosa constitui-da, a su vez, por un epitelio cilíndrico ciliado seudoestra-tificado ("epitelio respiratorio") que contiene células secretoras de moco caliciformes interpuestas.
Este epitelio descansa sobre una fina lámina propia de tejido conectivo laxo y fibras elásticas, que se continúa con el periostio subyacente.
Cada célula epitelial tiene unos doscientos cilios móviles que producen un movimiento ondulante regular y sincrónico propulsando el moco y las partículas adheridas hacia el orificio y a través de este a la cavidad nasal14.

La mucosa del seno maxilar tiene una gran capacidad regenerativa, de tal modo que se puede regenerar el epitelio ciliado con una función normal incluso tras la extirpación quirúrgica completa del revestimiento.
La típica triada sintomática en la sinusitis es: congestión u obstrucción nasal, secreción nasal patológica y cefalea.
Los pacientes también pueden referir otros síntomas como faringitis, dolor ocular, odontalgia, halitosis, mal gusto, etc.
Los dientes posteriores y el seno se encuentran tan próximos que no es sorpren dente que los signos y síntomas de ambos se confundan.
El dolor de la sinusitis puede ser intermitente o constante y variar dependiendo de la posición.
En la sinusitis maxilar existen formas agudas y formas crónicas. Las formas crónicas son menos frecuentes y pueden ser casi asintomáticas.
Contrariamente a lo que se pensaba antes, en los senos maxilares aparentemente sanos se pueden encontrar tanto bacterias aerobias como anaerobias, similares a las especies encontradas en la sinusitis.
Las dos especies más comúnmente aisladas en las sinusitis agudas y sinusitis crónicas son el Haemophilus influenzae y el Streptococcus pneumoniae.
El Haemophilus influenzae se encuentra más a menudo en las sinusitis agudas de los niños. Por el contrario, en las formas crónicas predominan los gérmenes anaerobios.






LA NUTRICIÓN Y SUS DIENTES

LA NUTRICION Y SUS DIENTES
Durante muchos años, el objetivo principal de la salud bucal fue prevenir las caries dentales en los niños, enfatizando las influencias que tenía la dieta en la formación de las caries.
Sin embargo, en la actualidad, la prevención centra su atención en el flúor, la utilización de selladores, la frecuencia de la alimentación y una buena higiene bucal.
A medida que evolucionó la ciencia, algunos alimentos específicos dejaron de ser acusados como los principales factores en la formación de caries.
Sin embargo, los patrones de alimentación y las opciones de alimentos pueden ser factores importantes en la formación de caries.
Todo lo que se come pasa por la boca, donde los hidratos de carbono pueden ser utilizados por las bacterias de la placa dental para producir ácidos capaces de dañar el esmalte dental.
La placa es un depósito casi invisible de bacterias y de los subproductos que constantemente se forman en los dientes de todas las personas.
La placa retiene los ácidos en los dientes. Después de varios ataques similares, el esmalte dental puede romperse, formando una caries.
Los factores que intervienen en la acumulación de placa bacteriana o en la producción de ácidos incluyen:
La frecuencia de las comidas.
Cada vez que se consumen alimentos que contienen hidratos de carbono, se liberan ácidos que atacan los dientes durante aproximadamente 20 a 40 minutos.
Cuanto mayor sea la frecuencia de las comidas, mayores serán las oportunidades de producción de los ácidos.



CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS.
Algunos alimentos suelen trabarse o pegarse a los dientes. Aunque se pueda pensar que no son pegajosos, los almidones cocidos, como por ejemplo, las papas fritas o galletas saladas son los primeros de la lista de alimentos pegajosos, situados más arriba que las barras de dulce y los caramelos masticables.
Las características de los alimentos son los que determinan la cantidad de tiempo que permanecen en la boca.
Los alimentos que tardan mucho en disolverse, como las galletas y barras de granola, están en contacto con los dientes durante más tiempo, por lo que los ácidos también disponen de más tiempo para dañar el esmalte dental.
Esto es totalmente opuesto a lo que sucede con los alimentos que se disuelven rápidamente, como por ejemplo, los dulces de gelatina y los caramelos masticables.
El hecho de que el alimento sea ingerido como parte de una comida o no.
La producción de saliva aumenta durante una comida para ayudar a neutralizar la producción de ácidos y despejar la comida de la boca.
Los almidones también pueden causar caries.
Todos los almidones; el pan, las galletas saladas, pasando por los azúcares de la fruta, la leche, la miel, la melaza, los endulzantes de maíz y el azúcar refinado; pueden producir los ácidos que dañan los dientes.

RECOMENDACIONES PARA LOS PORTADORES DE PRÓTESIS TOTAL O REMOVIBLE

RECOMENDACIONES PARA LOS PORTADORES DE PROTESIS TOTAL O REMOVIBLE

Recomendaciones para los portadores de prótesis total o removible
A la hora de llevar por primera vez una prótesis en boca, el paciente se encuentra, además de con la dificultad de acostumbrarse a su nueva situación oral, con el desconocimiento de los pasos necesarios para su cuidado e higiene.
Y tan importante como reponer los dientes perdidos es mantener la prótesis en perfecto estado, por lo que este apartado puede resultar de gran interés para el paciente portador de la misma.
Pero no todas las prótesis necesitan los mismos cuidados, y por ello las agruparemos en distintos apartados.
PRÓTESIS TOTAL REMOVIBLE
Es aquella que el paciente puede quitarse y ponerse él mismo y que repone todos los dientes de una arcada. Las recomendaciones para su mantenimiento son las siguientes:
Limpiar la prótesis después de cada comida o al menos enjuagarla bajo el grifo y limpiarla adecuadamente por la noche.
Para ello se utilizará un cepillo con cerdas en ambos lados y un jabón neutro, es decir, gel de ducha o manos, utilizando el lado con menos cerdas para las partes más estrechas y de difícil acceso.
Para evitar fracturas si se escurre la prótesis, es recomendable poner agua en la pila para amortiguar la caída.
Sumergir la prótesis en una solución desinfectante durante aproximadamente quince minutos una vez por semana: antisépticos bucales comerciales, lejía al 1-2% o lejía con agentes descalcificantes, vinagre.

Se recomienda retirar la prótesis de la boca unas 6-8 horas al día para el adecuado descanso y oxigenación de las mucosas, sobre todo si existen antecedentes de apretamiento de los dientes.
Durante este tiempo la prótesis debe conservarse en un medio húmedo, pero no sumergida en agua, sino sobre una servilleta mojada dentro de una caja.
PRÓTESIS FIJA
Es la que el paciente no puede retirar de la boca, sino que va cementada a los dientes tallados, es decir, reducido en espesor y altura.
Su limpieza consiste en el cepillado de todas las coronas o puentes con cepillo dental y pasta dentífrica.
Para el póntico (funda que sustituye al diente o dientes ausentes) se utiliza además una seda dental especial llamada Super-floss que se pasará entre el póntico y la encía de dentro a fuera o viceversa, facilitando así su limpieza y evitando la acumulación de restos alimenticios.
Si se detecta algún cambio en la prótesis debe consultar con el odontólogo sin demora.
De todas maneras, se aconseja un control periódico de la misma a intervalos de tiempo regulares para tener un control de las caries y enfermedad periodontal, y así poder efectuar un diagnóstico precoz.
PRÓTESIS PARCIAL REMOVIBLE
Es aquella que puede ser retirada por el paciente, es decir, que no va cementada en boca, pero no repone todos los dientes de una arcada como la prótesis total removible, sino algunos de ellos.
La longevidad de la misma dependerá tanto del paciente (grado de higiene, asistencia a revisiones, etc.) como del odontólogo (valoración periódica de tejidos duros y blandos y de la adaptación y estabilidad de la prótesis).
El paciente debe tener claros unos puntos en cuanto a inserción y desinserción de la prótesis. Para ponérsela se debe coger con ambas manos, se lleva al lugar que le corresponde y se coloca en su posición final, pero jamás mordiendo con los dientes antagonistas para así evitar deformaciones. Para quitársela se toman los ganchos con los dedos pulgares, y con los índices se levanta, siguiendo la trayectoria correcta.
Con el paso del tiempo se manifiestan cambios orales y problemas que necesitan un reajuste, un rebasado (aplicación de una capa de resina en la cara interna de la prótesis) o una reparación para que la prótesis siga cumpliendo su misión, tanto si hablamos de la prótesis parcial removible como de la prótesis total removible.
Estas situaciones que requieren corregir la prótesis son: la edad, la variación de peso, el desgaste de las superficies masticatorias, la reabsorción de la cresta ósea, la pérdida o extracción de algún diente, fracturas de la prótesis, desajustes de la prótesis con anclajes, etc.
Las pautas de higiene de este tipo de prótesis son exactamente iguales que para la prótesis total removible.
En cuanto a su uso durante el sueño diremos que se puede dormir con la prótesis puesta o no, según la comodidad del propio paciente

RECOMENDACIONES PARA DESPUÉS DE UNA EXODONCIA

RECOMENDACIONES PARA DESPUES DE UNA EXODONCIA
La exodoncia es un procedimiento odontológico que consiste en la extracción de un diente, pero antes de realizarse y despues de ella debe tener una serie de precauciones.
El Post Operatorio
En el consultorio
Una vez concluida la exodoncia, deberá mantenerse unos minutos en el sillón dental, para que su odontólogo observe si se va formando el coagulo.
El efecto de la anestesia puede durar por un tiempo mayor luego de la extracción, debe tener cuidado de no morderse los labios, lengua, carrillos (cara interna de los cachetes).
El lugar de penetración de la aguja, podrá doler por 24 o 48 horas.
Después de la extracción dental, el Dentista comprueba con atención, que la muela esté completa, íntegra.
Que no se haya fracturado una de las raíces, o una porción de la raíz, o un pequeño ápice radicular, y que se haya quedado dentro. Debe ser eliminado.
El Dentista, comprueba la integridad de las paredes alveolares y si hay algún resto de esquirlas óseas, que pueden haberse desprendido y caer dentro del alvéolo vacío, que con la sangre, cuesta verlo.
También puede haberse desprendido un trocito de empaste (si la muela estaba restaurada). O incluso sarro de la propia muela.
Curetea el alvéolo, para limpiar las paredes de restos de tejidos inflamados (tejido de granulación) focos infecciosos apicales, cuerpos extraños como sarro o un trozo de esmalte o empaste fracturado y desprendido durante la extracción, etc.
Puede incluso tener que limar puntas óseas, que al cicatrizar, aparecen, y pinchan si se aprieta la encía con el dedo; duelen si se pone encima una prótesis removible.
A esto se le llama “regularización ósea”.
Después, hay que asegurarse, que el alvéolo tenga sangre cubriendo las paredes óseas.
Si no es así, hay que curetear hasta que se llene de sangre como un vaso. Esperar un rato, si es necesario.
Pero que el paciente se vaya con el alveolo lleno de sangre y suturado, es una garantía.
Si se usó mucha anestesia, con adrenalina, y el hueso es muy denso, puede que no sangre. Eso es malo.
En casa
Tenga en cuenta que luego de la exodoncia, es importante mantener el coágulo formado, evitando que se desprenda.
Retirar la gasa colocada por su odontólogo 20 minutos despues. Retirela con cuidado.
No realice buches o enjuagues, la fuerza que genera esa acción puede desprender el coágulo.
Si le recetan un enjuagatorio este debe ser utilizado con cuidado: deje que el colutorio "pasee" por toda su cavidad bucal, especialmente en la zona tratada.
Una vez terminado, deje caer el colutorio de su boca, por ningun motivo escupa, ya que la acción de escupir podría retirar el coágulo.
Aliméntese con comidas blandas, como por ejemplo: purés, cremas, caldos, etc. Y que estos no contengan irritantes (ajíes)
No realice esfuerzo físico, ni largas caminatas.
No se acerque a fuentes de calor.
Al acostarse utilice una o dos almohadas para no dormir completamente echado, mas bien medio sentado.
Cumpla estrictamente con la medicación recomendada por su odontólogo.

LA ANESTESIA EN ODONTOLOGIA

LA ANESTESIA EN ODONTOLOGIA
En odontología, la anestesia local es la forma principal de eliminar el dolor y una parte integral del tratamiento dental moderno.
Muchos pacientes juzgan a su dentista por la eficacia con la cual controlan su dolor durante el tratamiento dental.
Al igual que otros procedimientos odontológicos, la anestesia local precisa un claro diagnóstico, conocimientos teóricos de los efectos y las complicaciones potenciales de una preparación específica, así como una ejecución correcta y segura.
Casi todos estamos familiarizados con la sensación de tener la boca "dormida" cuando vamos al dentista.
Esa sensación es el resultado de la anestesia local, solución que el dentista inyecta en la boca para bloquear el dolor durante el procedimiento dental.
A pesar de su gran utilidad para prevenir el dolor, su aplicación con la conocida y temida aguja genera mucha ansiedad en los pacientes dentales.
Hoy en día, podemos sentir alivio ya que existen modernas técnicas de administración de anestesia local que nos permiten una visita más placentera. Además, en pacientes ansiosos podemos utilizar la sedación y otras técnicas psicológicas para relajar al paciente.
Sin embargo, la anestesia local NO es suficiente en ciertos pacientes.
Los pacientes de corta edad y algunas personas con ciertos impedimentos NO toleran el tratamiento dental regular a pesar de la anestesia local.
En estos pacientes se recomienda la anestesia general. La anestesia general es producida por agentes farmacológicos que resultan en un paciente dormido profundamente (pérdida de conocimiento y reflejos).
Debido a la naturaleza y riesgos de este tipo de anestesia, ésta es administrada en la sala de operaciones de un hospital bajo el cuidado de un médico anestesiólogo.

El dentista pediátrico provee el tratamiento dental en sala de operaciones con el paciente profundamente dormido por el anestesiólogo. Las indicaciones más comunes para este tipo anestesia general en el tratamiento dental son:
1. La condición dental o padecimiento del paciente es significativamente compleja.
2. Por razón de edad que lo incapacita para resistir o tolerar dolor, o cooperar con el tratamiento.
3. Condición médica que hace indispensable realizar el tratamiento bajo anestesia general en un hospital y que de otra forma podría representar un riesgo significativo a la salud del paciente.
4. La anestesia local es inefectiva o contraindicada.
5. Estado de temor o ansiedad y que la posposición del tratamiento podría resultar en dolor, infección o complicaciones.
6. Trauma dental severo donde la anestesia local es inefectiva.
7. Por razón de impedimento o incapacidad para resistir o tolerar dolor, o cooperar con el tratamiento.
Es importante que el dentista pediátrico, examine al paciente y determine si esta modalidad de anestesia está indicada para este paciente.
De ser así, requerirá consultas médicas necesarias, incluyendo la del anestesiólogo para poder programar el tratamiento dental en el hospital.